Parque MismaSeria

Sueños pálidos de turistas desesperados Y los focos del camino se opacan lentamente                            Por la noche el parque se duerme     - Mientras los latidos del cine pierden su prisa - De noche es cuando el parque deja de ser parque                           El lago se seca Las esculturas se desmoronan una a la otra Y la pileta del parque      pierde su autonomía  Las flores se marchitan                           Las plantas se debilitan y el gran adansonii logra descansar  Durante la noche, el parque se agudiza a la nostalgia de los turistas                           Pero no son bienvenidos durante la noche es que el parque descansa de tantas visitas Piel de hormiga reconoce el...

Dos de la tarde en el parque no se me iba a ocurrir que un codo sirviera de pipa  uno no es longi Obligao' a maniobrarse un latazo Y colilliar paso a paso Uno es vio' por acá la camina' te deja loco  pero las palidas son wenas Cuando volteai' tus temblores Sacai' el hechizo               y                 te seduce                  la mirada                 de la papelina y de nuevo hay que ser ascurrido habiloso pa' machetear de repente sale un pololito sacar la basura  botar unas pilchas Espantar a los perros sin nombre  Y regar el pasto por una pitea' gratis asi es como funciona la cosa por acá papito de vez en cuando no más llama la guata y hay que ponerle Comienza el retorno en cada esquina Pero la vida es wena papito  pillai' sus concho de cerveza  Quemaduras en cada sorbo

I. La orilla del Río que corre donde asalto silencio entre pequeñas lunas y arboles que lloran fue que me detuve a visionar      - Y las lunas brillaban tanto      que el camino se pintó con óleo        de nosotros -. II. Plástico Ramo de seducción y espinas como besos enraizados  - la araña nos cautiva -  - la loica revienta con su aleteo - y el bosque  - pega el grito de las plantas salvajes -. Río gentil que guarda la sombra del bote en el bolsillo se enmudece entre rocas disfrazado de copa   y dos cuerpos sin sangre someten al cóctel que nos devora. III. El jardín imperecedero marca  con su incienso el tiempo y tumbados  - sin miedo - las flores nos marchitan. Tus brazos son mi capullo  y los luceros llenos de alegría despiertan tu sonrisa.

En la habitación                hay dos pájaros. Ninguno puede mirarse. Entre sus desbordados aleteos y las salidas calladas solo las preguntas los consuelan Con Navajas como mugre y uña Alquilan las respuestas              se oyen              y lo entienden            saben que no deben estar ahí Aún no logran mirarse entre           Invisibles paredes como las fronteras sus deseos                    y  los míos Entre la salida sus miradas                    sus alas                              vuelan y no pueden saberlo porque lo que quieren no se encuentra todavía. Los asustados cantores colisionan entre ellos y sus plumas ya no logran   ...